sábado, 12 de diciembre de 2009

Hace tiempo...

Hace tiempo que no me veía con mi buen amigo, estuvimos conversando por un buen rato recordando gratos momentos, de repente aquella llamada cambió súbitamente la tónica del día, era su hermana, y le comunicaba que su padre había fallecido en un accidente. Solamente recuerdo aquel día durante la velación y las palabras que salieron de su abatido corazón: “tantas cosas que nunca le dije a mi padre un te quiero, un perdóname, un gracias quizás, y ahora lo único que puedo hacer el abrazar su cuerpo inerte”. Aquellas palabras retumbaron muy dentro de mi mente y pensé: muchas veces dejamos pasar momentos creyendo que el mañana es una realidad, creyendo que los días son todos iguales, dejando de lado las cosas simples y muchas veces olvidando a esas personas que de forma incondicional nos han dado todo de sí: la familia, los amigos.
Solo le pido a Dios me conceda la sabiduría necesaria para vivir cada día como si fuese el último, a no olvidar a aquellas personas que me brindaron su ayuda en momentos difíciles, a no pagar mal por mal, y a nunca dejar pasar un día sin expresarle mi cariño y respeto a mis padres y amigos.

A la memoria de Don José

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