sábado, 12 de diciembre de 2009

Se busca

• Que le guste el campo y la buena música…especialmente la clásica
• Que sea fiel y soñadora…claro, manteniendo los pies en la tierra
• Que sepa perdonar y pedir perdón cuando sea necesario
• Que cumpla sus promesas, que su sí sea sí y su no…no
• Que sea una buena amiga, hermana, hija…compañera
• Que sea sincera y que sepa escuchar
• Que sonría…aún en la adversidad
• Que disfrute de las cosas simples
• Que sepa guardar un secreto
• Que le gusten los niños


Se ofrece:

• Un corazón sincero aunque un poco lastimado y con heridas por sanar
• Probablemente no un compañero perfecto pero al menos fiel y leal
• Manos para cuidarla y defenderla
• Una vida sencilla y tranquila
• Ni lujos ni riquezas


En un mundo como el de hoy, donde aquel que tiene poder y dinero es admirado, respetado e inclusive “amado”, en una sociedad donde la fidelidad y la lealtad son valores carentes de importancia por considerarlos inútiles e innecesarios, donde lo importante es la apariencia física y en cual el materialismo es el pan de cada día, es difícil de creer que existan personas que busquen exactamente todo lo contrario a lo que hoy por hoy es la regla.

Hace muchos años atrás encontré alguien que logró llenar el vacío que había en mí, lastimosamente aquella ocasión sólo fui una luz que se encendió temporalmente en medio de su oscuridad…su corazón ya tenía dueño.

Hay una promesa de vida que dice que todos tendremos alguien cerca de nosotros pero que finalmente la decisión de seguir adelante será de ambos, hasta que logre encontrar la otra mitad que le falta a mi corazón pretendo disfrutar mi vida, lo que Dios ha puesto cerca de mi, mi familia, mis amigos, la gente que me valora por lo que soy y no por lo que tengo, y solo le pido al cielo que cuando “ella” esta cerca yo este lo suficientemente preparado para amarla con todas mis fuerzas y con un poco de suerte espero que esta vez sea para siempre...

“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”. (Génesis 2.18)

Todo esto podrá parecer una utopía, sin embrago, que sería de nosotros si dejáramos de soñar, si perdiésemos la fe y la esperanza…¿utopía? ¿Tú que crees?

“Te puedo asegurar que ni la soledad se atrevería a ocupar tu lugar” (F. Terán)

1 comentario:

Anónimo dijo...

no es una utopia soñar, ¿de que se nutre nuestro diario vivir?
Sueños¡¡¡¡¡.
Felicitaciones me gusta esos pensamientos.